Dear Meteor

Acabo de recibir un correo. Firmado por una tal humanidad. Otra vez la gente de ese ridículo planeta. ¡Qué pesadez! Siempre con el mismo rollo. Que si cuando vas a venir, que si te necesitamos.



Yo, que estoy aquí tranquilito, en este rincón paseando y disfrutando de la vista galáctica; no tengo la menor intención de retomar el trabajo de mis antepasades. Nos costo muchas peleas abolir el trabajo asalariado. Recuerdo que vino después de la implantación de la escuela pública. Los mayores querían seguir con el modelo privado pero les jóvenes…Ains que ganas de cambiarlo todo teníamos, y oye, lo conseguimos.  Ahora disfrutamos de una vida mucho más tranquila.


Tranquila, hasta que nos llegan estas peticiones. Que claro, es que hacerles caso nos cuesta la vida. Como a mi abuelo, que se apiado de ellos una vez y fue. Ains, como le hecho de menos. No puedo evitar emocionarme cada vez que me viene a la memoria. Era alto y guapo. Siempre haciéndonos reír. Ayudaba a toda la vida en este universo. Y mira, se marcho y no volvió.


¿Y ora vez vuelven a pedirnos ayuda? No, no. Pero si tienen una casa preciosa. ¿ Para qué nos necesitan? Es que si toda la energía que emplean en mandarnos peticiones la emplearan en cuidarla otro gallo les cantaría. En fin, que paso de ayudarles. Bueno,  mi abuelo me diría que es que a ver, intentan aprender pero a veces necesitan un reseteo. Un apagar y encender para a ver si ahora sale mejor. Tal vez, quizás, en honor a él debería ir…


Bueno, me doy un garbeo más y me lo voy pensando. Hablaré con la abuela Asteroide a ver que opina.