Carta abierta a la Municipalidad de Aguilares

Soy un ciudadano aguilarense, vecino de la ciudad y que como tal no me encuentro redimido de derechos que guíen el ordenamiento social del espacio. En esta situación escribo estos comentarios, impresiones de una realidad que me llega directamente. Serán unas palabras cortas.

En una sociedad en donde se ha instalado la mirada de “si no estás con nosotros, atentas contra el progreso”, medir las palabras se ha convertido en un verdadero arte. El miedo a hablar gira alrededor de los pasos de la gente que camina día a día por la ciudad de las Avenidas, y en ese termómetro que es nuestro presente, parece que el ser divergente se ha convertido en la excepción, una trágica y hasta difícil decisión.

La serie de obras llevadas adelante por la intendencia, si bien han provocado elementos que muestras que Aguilares crece, vale preguntarse ¿a qué costo? ¿A qué costo cuando existen barrios que por décadas llevan (y llevaran) la falta de gas natural y cloacas como su característica principal? ¿a qué costo cuando vemos pavimentaciones y repavimentaciones en el centro? ¿cuando las nuevas obras conllevan inundaciones?. Los ciudadanos de Aguilares que vivimos en las inmediaciones sentimos que todo está hecho para mirarse y admirarse en los espacios de mayor tránsito, pero ¿y nosotros? ¿y el bienestar donde está? Esos comentarios me han llevado a estar actualmente bloqueado en la página de Facebook de la Municipalidad.

Bloqueo a un ciudadano, en democracia, en el único medio directo de información municipal. A casi 40 años del retorno de la democracia, esta es la realidad que se presenta quizás para muchos vecinos que se ven impedidos a informarse.

Agustin Haro

Licenciado en Historia