En otro blog dejé de intentar nombrar los posts, pensé que los nombres se repetirían, posiblemente en algún futuro suceda lo mismo acá... el otro blog está casi abandonado, le tengo un aprecio especial, pero no he tenido inspiración, en este el motivo es un poco más filosófico, me gusta el concepto, y no hay mejor modo de apoyarlo que creando contenido que a mí me gustaría encontrar.
Un post al día quizá sea mucho pedir, pero como había mencionado, quiero volver a perder el miedo a escribir. Habrá días que esté más cansado, como hoy, otros más relajado y espero que pronto tenga un poco de balance entre dinero, trabajo y vida personal.
Salimos por unos tragos con amigos que extrañábamos debido a todo esto de la pandemia. Al despedirnos le pusimos una chamarra a M y se me ocurrió hacer un comentario sobre la forma del gorrito, que puede parecer un poco de duende, y tiene unos estambres de colores, sin embargo, a mí siempre me ha parecido que recuerda un poco al Ku Klux Klan, y dije, sin pensar, algo así como ¨Mi pequeña kuklux¨, espero no haber hecho sentir incómodos algunas de las personas presentes y me parece siempre necesario hablar al respecto, si así fue, lo siento mucho, no fue mi intención, pero no es disculpa, porque no creo que sea nada malo el pronunciar palabras por sí mismo, lo que importa son las intenciones. Después lo pensé y lo que menos quiero es que mi hija tenga esas ideas, y estoy convencido de que no las tendrá... pero, en mi opinión, uno puede decir llamarle pato a una mesa y a menos que informe a todos de la nueva regla el único perjudicado es uno porque será incomprendido, de modo contrario, uno puede llamar mesa a un pato, que es un ser vivo, sin que eso implique que el pato tiene que cumplir con el propósito de la mesa sólo porque a un loco se le ocurrió llamarlo así. Entonces, para quedar muy claros en esto, a lo único que mi comentario hacía alusión era a la forma del mentado gorrito, nada más, ninguna idea racista, ninguna idea violenta, nada.
Me quedé pensando al respecto, creo que siempre he sido un poco inepto socialmente; por otro lado, ahora, como padre, sí que me importa el ejemplo que quiero dar a mi hija y los motivos detrás de las cosas. Es un mal momento para hablar del tema, supongo, pero bueno, las cosas pasan cuando pasan, no cuando uno quisiera que pasaran.
Primero, a mí me educaron con la idea de que se debe de respetar la libertad, sea la que sea, pero eso no significa tener que compartir ideas absurdas y, mucho menos, violentas. Estoy totalmente en contra de cualquier manifestación racista, sólo que creo que es mejor el diálogo, aunque sea en tono un poco bromista, burlón y falto de seriedad, que la censura, que siempre lleva al fortalecimiento de posturas extremas. Por lo tanto, para mí, el kkk es un grupo de personas con gorritos graciosos, con una postura semejante a los terraplanistas, es decir, muy difícil de sostener con argumentos serios. Sé que hay mucho contenido en esto y no quiero faltar al respeto a nadie, ni a los del kkk, ni a las víctimas de su violencia, no quiero volverme objeto de la ira de nadie y realmente espero que se entienda que creo firmemente en la libertad de expresión siempre y cuando no se pase de la expresión a la acción, en el caso de la acción, creo en la libertad dentro de un contexto social, es decir, con cero tolerancia a la violencia. ¿Implica esto que creo que se debe respetar a alguien que no respeta? Sí, definitivamente, por inicio de cuentas, para no ser igual a esa persona, pero por otro lado, y reafirmando mi postura, creo que el respetar no significa tolerar, y que el no respetar tampoco implica la no tolerancia, es decir, creo que el mundo es mejor con cada loco con su tema y que lo que se tiene que hacer, siguiendo un poco una dinámica de libre mercado, es que el discriminar no sea aceptado socialmente de tal modo que al final la persona que lo haga termine por afectarse a sí mismo mucho más de lo que puede afectar a cualquier otro. Ahora el caso de la acción, he oído muchas veces a gente hablando de una postura defensiva, que tarde o temprano se vuelve ofensiva, para mí, si alguien comete un acto violento justificándolo con una postura discriminatoria (racista, por ejemplo), lo peor que puede hacer uno es castigar la postura, pues se pierde la idea de que el acto violento es lo que se castiga y se da pie a los seguidores de esa postura de decir que se actuó de forma injusta o intolerante. Se castiga el acto violento, no los motivos del acto, no es una clase de lógica, no me interesa entrar en paradojas y otras situaciones extremas, pero creo que es un error castigar ideas y no actos.
Segundo, y último, no es la clase de mundo que quisiera para mi hija uno en el que uno tiene que usar eufemismos y pierde toda la riqueza del lenguaje por hacerlo ¨incluyente¨. Hablo del racismo, pero también de otras tantas cosas, la gente tiene colores, y es algo bonito, todos somos gente de color, color blanco, negro, amarillo, rosa, carne, etcétera. La piel tiene colores, el cabello tiene colores, los ojos tienen colores, las flores, el cielo y muchas otras cosas... es algo subjetivo, cierto, los que tenemos colores somos nosotros en nuestra percepción, pero al final, es una alucinación compartida, un engaño colectivo que permite resultados replicables. No quiero un mundo sin adjetivos y no quiero un mundo en el que no se puedan decir las cosas como son.
Siempre hay truco, y creo que en este caso es bastante importante: los motivos... creo que uno debería de ser libre de decir kuklux sin ser tildado de racista, y de nombrar a la gente por colores con fines de caracterisación, no de discriminación. Crecí en un país en donde en cada colonia y cada familia hay al menos un ¨negro¨ y un ¨güero¨ y nunca fue motivo de discriminación y pocas veces se trataba de afro-descendientes, lo que quiera que eso signifique. Al día de hoy no entiendo cual es la relevancia del color, o del sexo en la mayoría de las cosas para las que se usa, ¿cómo afecta que alguien sea negra o blanca el pensamiento? ¿cómo afecta que alguien sea homosexual o transexual sus capacidades? La respuesta es muy simple, ¡No lo afecta!, es decir, ese adjetivo es totalmente irrelevante en ese contexto. Llegando a este punto la consecuencia me parece simple también pero creo que menos gente habla de eso, el adjetivo no es malo, las palabras no son malas; malas son las personas que las usan. Y una vez más para dejarlo muy claro, no quiero que el lenguaje, sea cual sea, pierda su riqueza porque gente idiota no sabe utilizarlo y deja ver la pobreza de sus procesos mentales en la falta de sentido en la elección de criterios.
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