Reinventarse 

Una y otra vez

Con la llegada de la avalancha de tareas que nos simplifican las IAs para muchos el mundo se acaba mañana, o no. Esta era que nos toca vivir esta llena de cambios que como olas nos golpean una y otra vez y si no estas dispuesto a levantarte una y otra vez nadie podra ayudarte. 

Nuestros trabajos ya no serán a largo plazo y la multitarea estará a la orden del día. Nuestra sociedad “occidental” como muchos la llaman difiere de la oriental o asiatica como si de mundos diferentes se tratara. Nuestra filosofia debe cambiar, mientras pensamos en reducir la jornada laboral, mejorar las condiciones de un salario minimo y así muchas más. Otros, simplemente piensan en como mejorar y magnificar sus inversiones que en el caso de China ocupa casi el 50% con un incremento hace pocos años de dos digitos de su PIB anual. 

Es decir, mientras consumimos a nosotros nos consumen. El aparato productivo en Europa se diluye de la mano de inversión extranjera que socava nuestros interéses y la prueba irrefutable de todo esto es preguntarse en manos de quíen esta la deuda soberana de cada país. Nuestros mecanismos de trabajo deben cambiar de acuerdo a nuestras necesidades, no a las fuerzas que acompañen la moda de turno bien sea en forma de movimientos o tendencias. Contamos en España con un recurso humano super valioso pero mal remunerado. Contamos con gente preparada pero mal asesorada. La fiscalidad junto con el emprendimiento no casan, porque no hay puntos en común y así ni las mejores técnicas de trabajo lograrían su fin. 

Nos merecemos no solo reinventarnos sino además asegurarnos cumplir nuestras metas. Bien sea alcanzar posiciones y condiciones de trabajo que nos aseguren seguridad y beneficios; así como tambien actividades que nos diferencien de IAs que lastren nuestra productividad. 

Estas nuevas herramientas así como en siglos pasados tienen sus detractores. Pero es inevitable no hacer uso de ellas. Bien sea contables, diseñadores, escritores así como muchos otros debemos subirnos a esta ola y surfearla. Sacar provecho y sobretodo no permitir jamás que se nos vuelva a etiquetar con el propósito de vendernos soluciones “mágicas” ni por gobernantes ni por inversores de turno.