Cine: Code 8

Una película distópica que en realidad no está tan alejada de nuestra realidad.

Hay muchas películas que tienen un comienzo críptico y se espera que el espectador se vaya armando un mapa mental a medida que la película avanza. En esto sucede en las películas donde hay que resolver un misterio, por lo que es mejor que el espectador sepa lo menos posible con tal de mantener la espectativa.

Por el contrario, en las películas distópicas se parte con una realidad alternativa donde algo o mucho es distinto a lo que tenemos hoy en la realidad. En estas películas se acostumbra a explicar qué sucede en las primera escenas con algún texto blanco sobre fondo negro o con seudonoticias que van progresando hasta llegar al meollo del argumento de la película en si mismo.

Con Code 8 no es distinto, las primeras escenas nos dejan claro de que existe algo como X-Men o la serie Héroes donde ciertos individuos tienen poderes especiales, y que al igual que en X-Men y Héroes hay conflictos entre estos y los humanos "normales". No quiero entrar acá en la típica asociación que se hace con X-Men y los temas raciales que ya se han tocado hasta el cansancio, más bien en cómo el gobierno muchas veces crea sus propios problemas y luego los intenta resolver de la peor forma posible.

En Code 8 los poderes de los "mutantes" (nota: en las películas les llaman Powers, me gusta más "mutante") fueron ampliamente utilizados para la construcción de la civilización (aunque siendo francos, nada que la maquinaria pesada pudiera hacer hoy en día). Pero el gobierno comenzó a aumentar las regulaciones, obligar a los mutantes a registrarse y cobrarles por utilizar sus poderes. Algo así como un impuesto, y como todo impuesto es un robo "justificado" donde el estado puede amenazarte con cárcel por no regalarles parte de tu sueldo, independiente de que el estado haga bien o no su trabajo. Por algo los impuestos se llaman "impuestos" y no "voluntarios".

Volvamos a la película; resulta que con el avance tecnológico los mutantes eran cada vez menos necesitados, y esas regulaciones especiales favorecían la discriminación. En una escena el protagonista va a una entrevista de trabajo y se ve que tenía que llenar un formulario con un campo "¿Tiene usted algún poder?". Ahí el protagonista prefiere desistir y buscarse un trabajo informal.

Supongo que esa discriminación comienza desde la etapa educativa, porque no le veo la lógica de que haya tanto problema en poner "tengo el poder de calentar mi café, pero eso no interfiere en mi capacidad de aprender y ser competente más allá de calentar agua". Es decir, ¿tener poder te hace tonto e incompetente en otras tareas?. Pero de nuevo, es pura especulación, quizás los mutantes ni siquiera tenían acceso a una buena educación y por eso el protagonista se limitaba a trabajar solamente en temas relacionados a su poder. Si eso fuera cierto, es culpa del gobierno otra vez en crear regulaciones más allá de lo necesario.

Ese exceso regulativo que le sacaría envidias al gobierno de Argentina y la baja demanda de gente con poderes, se suma el factor de un descubriento químico: de alguna forma se puede extraer una droga especial de estos mutantes. Y cosa doblemente extraña: no le da poderes a quienes no son mutantes como alguien pudiera suponer, y cosa más rara aún causa adicción incluso a los mutantes. Es como si te pudieras hacer adicto a la médula espinal de otros humanos. Raro.

Pero por mucho que eso no haga sentido, ¿qué hace el gobierno? ¿eliminar las regulaciones que causaron tanto problema? no... al contrario, usar fuerza bruta y esperar que eso solucione todo: se gasta un dineral en drones, robocops y vigilancia excesiva. ¿Suena familiar? bueno.. aún no tenemos robocops... pero no porque el gobierno no quiera.

Por otro lado, los mutantes tienen una vida miserable en trabajos poco calificados o directamente trabajando al margen de la ley como inmigrantes ilegales trabajando sin permisos, o al extremo; delinquiendo como traficantes de drogas, armas o ladrones de bancos, por dar algunos ejemplos.

¿Cómo en ningún momento se les ocurrió a los mutantes unirse, crear sindicatos, asesorarse entre ellos para conseguir los permisos de trabajo, luego con el tiempo crear un partido político y asegurarse puestos en el congreso para arreglar su situación tan precaria? En fin, quizás de verdad tener poderes les baja el IQ.

A partir de acá es una película más del montón como cualquier película de narcos: auge, caída y redención. Donde lo distópico se reduce a gente con poderes, nada más, todo lo demás puede ocurrir o ya está ocurriendo en la vida real.

¿Qué pasaría si los gobiernos dejaran de prohibir las drogas y se vendieran en farmacias con receta? estarían obligados a vender un producto de buena calidad a un bajo precio, y a por lo menos cumplir con ciertos estándares. Se acabarían en gran medida los carteles, el tráfico y la corrupción asociada. Se podrían utilizar los recursos del estado en rehabilitación, en tratar a los adictos como víctimas y no como criminales. Pero supongo que aún deben justificar el excesivo gasto de la "guerra contra las drogas" que no ha solucionado nada.

¿Qué pasaría si los gobiernos regularan solamente lo que es necesario y eliminaran la gran sobrecarga tributaria sobre sus ciudadanos? estos podrían emprender con mayor facilidad sin tanto papeleo para iniciar actividades, podría ahorrar e invertir si no tuviera que pagar tantos impuestos y el estado estaría obligado a optimizar en lugar de cobrar más y más por un trabajo mediocre.

Actualmente los gobiernos se están aprovechando del pánico (quizás no tan justificado, porque como no se puede testear a todo el mundo, la tasa de mortalidad en realidad es bastante más baja de lo que parece) causado por el coronavirus para aumentar más y más sus poderes totalitarios y limitar a su vez las libertades de sus ciudadanos causando más problemas de los que resuelve.

Como ejemplos: Los países con cuarentenas totales no han resuelto el problema de los contagios y añaden aún más problemas: economía quebrada, robos, saqueos, caos y subsecuentes aglomeraciones que agravan el problema inicial. Además, intentan probar de nuevo medidas que han probado ser malas desde los comienzos de la economía como la regulación de precios que solo crean mercados negros. El regreso de la Ley Seca, con lo malo que ha probado ser siempre.

Probar una y otra vez lo mismo y esperar un resultado distinto es la definición de la locura según Einstein. Y ahí tenemos gente impulsando experimentos que jamás han funcionado esperando que ahora si funcionen. Incluso a algunos se les ocurren cosas tan ridículas como la centralización de los medios ¿En qué puede ayudar esto en aplanar la curva de contagios?.

Tanto los libros como las películas distópicas nos muestran con alguna exageración nuestra propia realidad. Basta con leer 1984 para ver cómo los gobiernos nos quitan más y más libertades con un discurso distorsionado donde la verdad es mentira, la paz es guerra, y donde la igualdad depende de quién la evalúe. Basta con leer Brave New World para ver que de a poco se están aboliendo nuestros valores fundamentales con el resultado de una vida cada vez más vacía y solitaria. Así, cada distopia cuando está bien pensada nos hace ver que nuestra realidad no está tan alejada de lo que creíamos.

Code 8 no será una lumbrera de película, pero aún así cumple.